Laberintos... Un camino hacia adentro

Un laberinto es un sendero que te va guiando hacia tu interior. Al comenzar el recorrido, entras en un espacio cerrado, que con sus giros y contra-giros te lleva a dar vuelta sobre tu propio eje, estimulando tus hemisferios cerebrales para que se conecten y pueda manifestar su potencial de perceptor de variadas dimensiones. Mientras haces tu recorrido, una  vez que llegas a ese punto donde ya no puedes elegir, si te entregas a la fuerza de tu propio camino hacia tu interior, dejas tú de hacer el recorrido para ser el laberinto quien te recorre a ti, y en ese momento ocurre la magia… tu transformación interior.
Existen laberintos de un solo camino que te lleva al centro y por el mismo te regresas, y de vías alternativas.
El laberinto está presente en toda la cadena de existencia física y psíquica, en el cerebro, el pabellón auricular, la red vascular, la huella digital. Su trazo nos ayuda a dejar de habitar un universo dual y vivir la conciencia de unidad. No en vano es una de las actividades preferidas para desarrollar talentos en los niños en edad preescolar.
Y se comporta como un organismo vivo con capacidad co-creadora, tal como dijo el poeta argentino Alejandro Lanús: “Es el final del laberinto el que nos devuelve al punto de partida. Pero cada vez que encontramos la salida, el laberinto es otro” y la magia comienza de nuevo.
Que lo disfrutes!

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