Dejar ir
Dejar ir
situaciones que ya no nos conducen a nada, dejar ir una relación que lastima,
dejar ir a un ser querido que ya cumplió su misión de vida, dejar ir un patrón
de comportamiento que ya es obsoleto, dejar ir un trabajo que ya no nos enriquece
el alma, dejar ir lo que ya cumplió su ciclo.
La vida son
constantes comienzos y finales que dan paso a nuevos comienzos, justamente para
ayudarnos a entender que todo es cambio, todo es transformación. Si nos
aferramos y no fluimos los chances de sufrir son más altos, justamente porque
va en contra de la naturaleza de la vida.
Acabamos de
celebrar el final de un año y damos con esperanza, energía renovada, ilusión y
entusiasmo paso al que ahora comienza y esto no es sino un reflejo de lo que
ocurre en todos los ámbitos.
Abre los brazos,
suelta las amarras, deja ir y abre espacio a lo nuevo.