Marte, el Dios de la Guerra

Es hijo de Zeus y Hera y desde pequeño no fue del agrado de sus padres, porque era demasiado caprichoso y tenía una voz chillona con la que armaba berrinches cada vez que no conseguía lo que quería, con lo que terminaba enloqueciendo al más paciente de los seres.
Supongo yo, que será por eso que a medida que fue creciendo se hizo más y más combativo, hasta que terminó ganándose el atributo de Dios de la Guerra.
Armado siempre de pies a cabeza, era acompañado con frecuencia por dos demonios, que le servían de escuderos, eran ellos Deimo y Fobo (Temor y Terror), conducía un carruaje tirado por cuatro sementales inmortales que respiraban fuego.
Sus historias siempre están relacionadas con alguna guerra, aunque no siempre sale victorioso de ellas, quizá porque era demasiado impulsivo y no se tomaba el tiempo para planificar o porque le importaba poco la justicia de la causa, sino el combate por el placer de la pelea,  podía pelear en un bando o en el otro; como fue el caso de la Guerra de Troya, en la que combatió casi siempre a favor de los troyanos, pero en algunos episodios lo vemos defendiendo a los aqueos. Aquí voy a aclarar que entre los romanos era mejor visto que entre los griegos, donde era conocido como Ares y lo veían como la personificación de la fuerza bruta, la violencia, la confusión y los horrores de las batallas, cualidades que ellos no apreciaban.
Por allí se metió una vez en problemas por una mala pelea que se buscó con unos gemelos gigantes, que trataron de destruir la morada de los dioses y fue a dar a una urna, donde lo tuvieron preso trece meses, hasta que llegó Hermes a rescatarlo. Auch! Como le dolió el ego en esa oportunidad, pero no mas saliendo de allí salió de nuevo a embarcarse en otra de sus precipitadas odiseas. Una de las que le ponía las cabras dentro del corral con bastante más frecuencia de la que le hubiese gustado era la Diosa Atenea, quien gobernaba también las guerras, pero lo hacía con inteligencia y astucia.
Su nacimiento supuso un cambio total en la reglas de la guerra ya que se empezó a utilizar el hierro para crear armas y escudos.
Ahora como a nadie lo ponen en este mundo sin darle un talento, este Dios era extremadamente guapo, varonil y tenía su encanto que le ganó el protagonismo en una de sus historias más famosas, como fue la relación con Afrodita, quien era la esposa de su hermano Hefesto.
En nuestra carta Marte representa la energía masculina pura, esa que nos permite defendernos, luchar por nuestras metas, defender nuestro territorio y atacar a nuestros enemigos. Es esta energía la que nos impulsa tercamente hacia la acción, en búsqueda de la autoafirmación.
Aquí tenemos el arquetipo del héroe, que debe recorrer un camino de integración del ser, mediante la voluntad, para lograr su individualización.



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