Urano
Es hijo del Caos primordial, el vacío, la
nada y el todo. Aunque en realidad en la antigua no se le asignaban padres.
Para algunas culturas como la caldea Urano no
es precisamente un Dios, sino un reino afuera de la tierra, era aquel del que
nada se puede decir. Para otras culturas, como la griega, es el más antiguo de los dioses y quien, al
unirse con gea (la Madre Tierra) dio origen
a todo lo existente. El es el Dios del cielo y gobierna sobre la expansión de todos
los límites antes de que hubiera nada manifestado.
Trayéndolo a nosotros, podemos decir que es
nuestra mente superior, esa que es capaz de crear lo que no existe y donde
prima el inconsciente, la imaginación, la expansión y la ausencia de límites.
Por esta razón es importante ver en nuestra carta su relación con la casa 12.
Urano y Gea tuvieron una prole numerosísima,
pero eran todos unos seres horripilantes, con los cuales Urano nunca se sentía
satisfecho, por lo que los sepultaba de nuevo en las entrañas de Gea, quien
como buena madre le disgustaba lo que hacía su marido, puesto que ella amaba a
sus hijos, independientemente de su belleza.
Un día ya cansada de la continua fecundidad
que le imponía el marido para después no poder disfrutar de sus hijos, Gea
habló con sus hijos para deshacerse del padre. De todos ellos sólo Saturno
(Cronos) quien sentía un odio visceral por su padre sin saber por qué accedió,
y así un día que Urano vino a copular con Gea le cortó los genitales con una
hoz y los lanzó hacia atrás. De la sangre que cayó sobre la tierra surgieron las
tres diosas vengadoras, las Furias,
Tisífone, Megera y Alecto. La hoz y los genitales cayeron en el mar y de la
espuma que se formó nació Afrodita (Venus).
Con este mito nos encontramos cada vez que
ponemos nuestra forma creadora de una forma repentina y que una vez desatada la
fuerza, no sabemos controlarla y sus frutos no nos traen satisfacción. Sólo al
combinar la capacidad mental con la sensibilidad emocional, encontramos el
equilibrio y la fuerza uraniana se manifiesta en todo su esplendor.
En la mutilación hecha por Saturno están
representadas las pruebas u obstáculos que pone la realidad material a lo
idealizado o también cuando queremos romper lo tradicional para imponer algo
innovador, siendo la salida espiritualizar la materia y concretizar los
ideales.
La relación entre Urano y Saturno en nuestra
carta nos habla de cuán fácil será para nosotros conjugar estas dos fuerzas.