Apolo - Febos
Uy! Esta es toda una historia.
Hera recién descubre que su infiel esposo esta esperando otro hijo y en
vez de enfurecerse con él las paga con las amantes, quienes normalmente eran engañadas
por el Supremo Dios, asi encontramos a Leto vagando por el mundo para encontrar un lugar donde
dar a luz a su hijo, por supuesto nadie en la tierra se atrevía a acogerla
temerosos de la ira de Hera. Finalmente y ya cansada encontró una isla estéril,
que por estar recién creada aún era flotante.
Aferrada allí a una palmera que el único árbol en toda la isla, Leto
esperó el parto durante nueve días y sus noches, ya que Hera, que no escatimaba
maluqueses, tenía retenida a Ilítia, la diosa de los partos felices. Todas las
demás diosas se presentaron, pero nada podían hacer, ustedes saben que los
Dioses tienen funciones muy específicas, hasta que Iris conmovida o aturdida
por los gemidos, no sé, subió al Olimpo y le ofreció a Hera un hermosísimo collar
de oro y ámbar a cambio de la liberación
de Ilítia. Hera quien no podía resistir una buena joya, accedió.
Leto dió a luz a Artemisa que cuando sale le dice que hay otro niño y ella misma
la ayuda a traer a su hermano Apolo. En
el momento de su nacimiento todo se iluminó con una hermosa luz dorada y siete
cisnes volaron alrededor y todo el piso se cubrió de un manto como de oro. Bello,
no se puede decir otra cosa del muchachito, era bello!
Zeus emocionado envió una mitra de oro y un carro tirado por cisnes como
regalo a su hijo y ancló la isla a la que llamó Delos “la brillante” al fondo del Océano que después fue consagrada a Apolo.
Al enterarse del nacimiento de los gemelos, Hera enfurecida, una vez
más, envía a la serpiente -dragón Pitón que
vivía en Delfos junto a la fuente de Castalia que emitía los vapores causantes
de que el oráculo de Delfos hiciese sus profecías, a que acabe definitivamente
con Leto. Para proteger a su madre Apolo se arma de un arco y flechas hechas
por Hefestos y vence a la serpiente. Mata a Piton pero se queda con las
adivinas (pitonisas) y de allí en adelante se convierte en el Dios de la
Adivinación.
Tiempo después a Esculapio, hijo de Apolo, se le ocurrió nada más y nada
menos que andar por ahí, resucitando muertos. Imagínense la furia de Hades
cuando se dio cuenta que el infierno se estaba quedando vacío,
inmediatamente fue a quejarse con Zeus y éste muy naturalmente le lanzó un poderoso rayo a Esculapio y lo fulminó de una. Apolo en venganza, no se por qué todos estos Dioses tenían que ser así de vengativos y truculentos, mató a los Cíclopes que le fabricaban los rayos y formó con Neptuno una conspiración contra su propio padre. Esto le valió la expulsión del Olimpo.
inmediatamente fue a quejarse con Zeus y éste muy naturalmente le lanzó un poderoso rayo a Esculapio y lo fulminó de una. Apolo en venganza, no se por qué todos estos Dioses tenían que ser así de vengativos y truculentos, mató a los Cíclopes que le fabricaban los rayos y formó con Neptuno una conspiración contra su propio padre. Esto le valió la expulsión del Olimpo.
Mientras estuvo desterrado sirvió al Rey de Tesalia, cuyos ganados
guardó y fue cuando paso aquella historia con el travieso Mercurio y todo eso.
Al regresar de nuevo al Olimpo quedó encargado de conducir el carro del Sol, por lo que se le consideró
el dios del Sol e incluso se le tomó por el sol mismo. Sin embargo, Apolo es
realmente el dios de la luminosidad solar, lo que, en la racional civilización
griega no es igual a ser el dios del sol, cargo éste que ocupaba Helios.
Apolo era un músico dotado, que deleitaba a los dioses
tocando la lira. Era también un arquero diestro y un atleta veloz, acreditado
por haber sido el primer vencedor en los juegos olímpicos. También era el dios
de la agricultura y de la ganadería, de la luz y de la verdad, y enseñó a los
humanos el arte de la medicina.
El viene a mostrarnos que incluso el Dios de la luz
tiene su propia sombra y que eso es lo que venimos a experimentar en la vida en
la tierra, la dualidad entre la oscuridad y la luz y la sombra que esta
produce. Quien soy yo? Es la pregunta que todos vinimos a contestarnos, será
que el ser que encarnamos, nos lo va a permitir?